Calor, calor tóxico, calor plenitud de la sangre, estos son el equivalente de la Hipersensibilidad Inmunitaria desde el punto de vista de la medicina occidental.
Definición: en condiciones óptimas, hay un equilibrio perfecto entre las defensas inmunológicas del hombre y los microorganismos presentes en la piel en las mucosas o en el aire. Pero puede ocurrir que este equilibrio no sea el adecuado y que las defensas del organismo sean deficientes, dando lugar a una debilidad inmunitaria y riesgo subsiguiente.
Pero es preciso aclarar una situación inmunitaria absolutamente distinta coma una hipersensibilidad inmunitaria toxinas donde la inmunidad actúa de forma exagerada generando una hipersensibilidad inmunitaria que agrede ella misma.
Síntomas:
- Fáciles y frecuentes fiebres elevadas.
- Repetidos procesos inflamatorios y purulentos.
- Fáciles hemorragias: epistaxis, hematemesis.
- Lengua color rojo o escarlata incluso punteada de rojo con capa saburral amarilla o amarillenta.
- Rostro y aspecto rojo y fuerte.
- Calor, calor interno, hipertermia, sed y boca y gargantas secas.
- Pulso fino y rápido o rápido y ancho
Patologías
Inflamatorios: anginas, gastroenteritis, faringitis, colecistitis, infecciones agudas, colitis, conjuntivitis. lesiones purulentas: erupciones cutáneas, acné, eczemas, accesos, forúnculos, todo tipo de lesiones con pus.
Fitoterapia biológica
Las plantas deben de tener como objetivo equilibrar esta respuesta inmunitaria exagerada, calmar la hipersensibilidad a toxinas y enfriar el exceso metabólico de sensibilizando el organismo.
Las plantas estudiadas para esta acción son eucalipto globulus, fumaria, melisa, bardana, tila, rehmannia, escutelaria, celidonia, agrimonia, menA.
Bibliografía:
Cuaderno de Medicina biológica básica. Felix de Irigoyen. INSUMED.